Cada 28 de enero, se celebra el Día Mundial de la Acción Frente al Calentamiento Terrestre, también llamado Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2. La intención en este día, es crear mayor conciencia del grave peligro que representa el cambio climático para el medio ambiente y todos los seres humanos.
El dióxido de carbono es esencial para acometer los procesos biológicos de la madre naturaleza y así preservar el equilibrio y bienestar de la vida en la Tierra. No obstante, en las últimas décadas su concentración en la atmósfera terrestre ha aumentado de forma vertiginosa, lo cual ha provocado grandes desequilibrios en el clima del planeta entero. Una de las grandes causas ha sido la nueva forma de vida que el ser humano adoptó a partir de la Revolución Industrial, donde comenzaron a proliferar las fábricas, aumentando la producción, la utilización del petróleo y la fabricación de novedosos medios de transporte.
Por ello, ante la problemática medioambiental y gracias a la entrada y desarrollo del concepto de desarrollo sostenible en 1987, en la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo; se estableció este concepto con la finalidad de alcanzar la satisfacción de «las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades», a partir de un enfoque tridimensional y equilibrado en el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente.
Por lo tanto, desde hace varias décadas, se lucha por conseguir un nuevo estilo de vida más sostenible mediante la búsqueda de otras fuentes menos contaminantes con la finalidad de reducir la huella de carbono.
El campo legislativo sobre todo en el ámbito europeo, cada vez es más restrictivo hacia las empresas y estás tienen que invertir en innovación y recursos más sostenibles. Dado el ejemplo más reciente este 2021, con la total prohibición de la comercialización de plásticos de un solo uso a todos los países que componen la UE.
Entre las diversas herramientas de gestión medioambiental en la lucha contra el Cambio Climático, se encuentra el cálculo y reducción de huella de carbono, un parámetro (en toneladas de CO2 Equivalente) para describir la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a una empresa, evento, actividad, ciclo de vida de un producto/servicio…
Una de las metodologías más reconocidas para el cálculo de la misma en organizaciones empresariales es la ISO 14067, reconocida internacionalmente. Esta norma puede ser usada por cualquier organización permitiendo la cuantificación y comunicación de la huella de carbono de un producto o servicio. A partir de la norma, se deben detallar los principios y requerimientos para el diseño, desarrollo, gestión y elaboración de un informe de huella de carbono. Además, consta de una certificación mediante un procedimiento de verificación del cálculo de la huella de carbono por un auditor externo independiente.
El cálculo de la huella de carbono en pocos años será una exigencia internacional. Hoy en día, en algunos países, ya priorizan en productos que no contribuyen al cambio climático.
La ISO 14067 basa el cálculo de la Huella de Carbono en el Análisis del Ciclo de Vida, esto ayuda a analizar en qué fase se produce más emisión de Gases de Efecto Invernadero, lo que ayuda a identificar las oportunidades de mejora y permite aplicar los esfuerzos con la máxima eficacia.
Aportando las siguientes ventajas:
- Promueve la concienciación ambiental entre compradores. Crea confianza en los consumidores.
- Facilita el control de los resultados en la disminución de las emisiones de GEI.
- Ayuda a definir mejores objetivos y políticas de reducción de emisiones.
- Encuentra oportunidades de ahorro de costes.
- Permite crear estratégicas asociadas al punto referencia del producto.
- Refuerza el compromiso de la organización con la responsabilidad social.
- Mejora la credibilidad, la coherencia y la transparencia de la organización en el mercado.
Es importante la consistencia, transparencia y precisión de esta norma para conseguir establecer buenas técnicas ambientales y mejoras en el ciclo de vida de un producto o servicio con la finalidad de acometer el concepto de desarrollo sostenible. Por ello, las empresas deben involucrarse para frenar y hacer acción frente al calentamiento terrestre.
Información de interés: ¿SABÍAS QUE EXISTE EL REGISTRO DE HUELLA DE CARBONO, COMPENSACIÓN Y PROYECTOS DE ABSORCIÓN DE DIÓXIDO DE CARBONO?
El Registro, creado por el Real Decreto 163/2014, de 14 de marzo por el MAPAMA (https://www.boe.es/boe/dias/2014/03/29/pdfs/BOE-A-2014-3379.pdf), recoge los esfuerzos de las organizaciones españolas en el cálculo y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que genera su actividad.
Todas las huellas inscritas vienen acompañadas obligatoriamente por un plan de reducción, y son chequeadas de forma previa a su registro. Cuando se reconoce que una organización ha reducido su huella, es debido a su cumplimiento con un criterio estricto que demuestra una tendencia decreciente de emisiones.
Más información: https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/mitigacion-politicas-y-medidas/registro-huella.aspx
Bibliografía:
AENOR (2018). UNE-EN ISO 14067:2018 “Gases de efecto invernadero. Huella de carbono de productos. Requisitos y directrices para la cuantificación”.
OSE (Observatorio de la Sostenibilidad en España) 2013. Manual de cálculo y reducción de huella de carbono para actividades de transporte por carretera. Consultado 26 de Enero 2021. http://www.comunidadism.es/wp-content/uploads/downloads/2013/06/manual_huella-carbono_transporte.pdf
GONZÁLEZ, M. (2012). Alimentos kilométricos. Las emisiones de CO2 por la importación de alimentos al Estado español. a iniciativa de Amigos de la Tierra.
Una de las grandes desconocidas la norma ISO 14067. Herramienta crucial para posicionarse en el mercado. Importantísimo integrar sostenibilidad, eficiencia en la gestión de los recursos, transparencia y responsabilidad social corporativa . ¡Gran artículo!
¡Muchas gracias Francisco Marco!